por Jaime Carrasco | Babel nos muestra como la unidad basada en el hombre tiene como fin su propia destrucción. Las consecuencias del juicio De Dios en Babel fueron mayores que las del Diluvio, afectaron a generación tras generación. Dios mandó a la humanidad, igual que hizo con Adán y Eva, que llenaran la tierra y se multiplicaran. La tendencia natural es buscar la comodidad y seguridad, lo mismo nos pasa como iglesias, nos acomodamos olvidando el mandato de Dios de “ir y llenar la tierra” con su gloria.
