Catedral
Quienes somos en términos conocidos
Nuestra parroquia tiene un nombre descriptivo de nuestra aspiración a la comunión cristiana, y por tanto no del templo ni del santo patrón. Las iglesias protestantes tienen diversas prácticas para nombrar los templos–algunas congregaciones emplean nombres parecidos a las parroquias católicas como Iglesia Presbiteriana San Andrés o Iglesia del Buen Pastor o Iglesia del Redentor, pero la mayoría eligen nombres que combinan la geografía y el vínculo a una corriente dentro del protestantismo: Primera Iglesia Bautista de General Lacy, Iglesia Cristiana Reformada de Móstoles, Asamblea Apostólica C/Utiel. En nuestro caso, el nombre nos ubica en Tres Cantos sin más.
En cuanto a nuestro vínculo teológico, hemos optado por resaltar el hecho de que somos una comunidad cristiana y no nuestra denominación (La Alianza Cristiana y Misionera). De hecho, somos una iglesia sin paredes por no tener nuestro propio templo. Alquilamos el uso de la sede de la Asociación Global Ventures para nuestras misas. Nuestra convivencia no depende del templo sino de la relación en grupos de base, el servicio a los demás y de comer juntos con sencillez y alegría. Aunque estamos afiliados a una denominación protestante, con la palabra Cristiana resaltamos lo que tenemos en común con los demás cristianos, no lo que nos diferencia.
La Alianza Cristiana y Misionera
La Alianza Cristiana y Misionera es una denominación protestante,¹ fundada en 1887, de laicos y ordenados aliados para proclamar a Cristo al mundo con la Palabra de Dios y con los hechos. La Alianza es una Congregación en la línea de la Reforma Protestante. (Al final de este escrito adjunto los siete valores de La Alianza.) Los ordenados se llaman ministros y pastores y se pueden casar. Llamamos cultos a nuestras misas porque el enfoque primordial es rendir culto a Dios y no sólo comulgar. La homilía se llama predicación y es una exposición de un texto bíblico. Aunque hay elementos litúrgicos, nuestras misas son mucho más informales en general y no calcadas de una parroquia a otra. Nuestra fuente de autoridad es la Sagrada Biblia–el Antiguo y el Nuevo Testamento completo (con los cuatro Evangelios, por supuesto).
No somos una secta; somos católicos
Al igual que la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Ortodoxa, nosotros confesamos el Credo. En este sentido sí, somos católicos ya que formamos parte del Cuerpo de Cristo de todos los tiempos y lugares, la Iglesia espiritual, la comunión de los santos, por nuestra adhesión a la doctrina esencial resumida en los credos de los concilios hasta Nicea (incluyo los textos completos en el apéndice). También somos católicos en su sentido original, que significa universal, ya que nuestra vocación es dar a conocer el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo universalmente.
Como comentado antes, reconocemos el canon completo del Antiguo y Nuevo Testamento como la revelación especial inspirada por Dios. Rechazamos a supuestas revelaciones especiales ajenas a los dos Testamentos, como las que confiesan las sectas como los Testigos de Jehová o los Mormones (formalmente, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días).
No somos católicos romanos, pero sí, apostólicos
No somos católicos romanos, lo que quiere decir que no reconocemos la primacía del obispo de Roma ni la sucesión apostólica literal, ni la Sagrada Tradición, ni el magisterio de la Curia Romana. Sin embargo, sí somos apostólicos porque creemos lo que declara el Credo Apostólico–ni más ni menos. Nos limitamos con rigor a lo que enseñaron los primeros apóstoles, intentando con humildad imitar la pureza y la sencillez de la fe apostólica plasmada en el Nuevo Testamento.
Por esta razón ni rezamos ni veneramos a los santos ni a la Virgen María. Aunque aspiramos a imitar su ejemplo y su fe, el Evangelio no nos da ninguna licencia ni modelo para esa devoción. De hecho, la Palabra de Dios declara sin ambigüedad en 1 Timoteo 2:5: Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres: Cristo Jesús. Pretendemos seguir y anunciar al Jesucristo resucitado tal cual lo presenta el Evangelio. El apodo “evangélico” surge a raíz de este compromiso a promover el mensaje transformador de Cristo Jesús en la vida común.
No somos sectarios, ni elitistas
Algunos movimientos operan exclusivamente entre una cierta clase o nivel educativo de personas. Nosotros somos transparentes y abiertos a cualquier persona sea cual sea su nivel socioeconómico o raza o, incluso, su compromiso con Cristo.
También hay sectas que se creen o dan aires de ser los únicos y verdaderos cristianos. Rechazamos toda pretensión de control exclusivo de la gracia de Dios y su verdad revelada en el Evangelio, la Sagrada Biblia. Somos solamente una expresión de la multiforme gracia de Dios–las manos y los pies de Cristo para amar al mundo.
Dada esta realidad, el cómo creemos es tan importante como lo que creemos:
- En las creencias esenciales somos unánimes (Efesios 4.4-6)
- En las creencias complementarias abrazamos la diversidad. (Romanos 14.1-6)
- En todas las cosas practicamos la caridad (1 Corintios 13.4-10)
Por legado espiritual somos protestantes; por convicción individual somos sencillamente cristianos, seguidores de Cristo. De tradiciones diversas, mas la misma convicción.
Conclusión: Las ideas claras y el chocolate espeso
En sintonía con el buen refrán, esperamos haber aclarado alguna que otra incógnita o confusión sobre quienes somos la Comunidad Cristiana de Tres Cantos. A la vez que compartimos el mismo Credo y la ética cristiana con la confesión cristiana mayoritaria en España, no cabe duda de que hay diferencias más que semánticas entre la práctica y espiritualidad de los católicos romanos y los protestantes. La tabla que sigue en la próxima página pone de relieve estas distinciones. En fin, no podemos pretender no ser quienes somos por convicción, pero sí, entendernos mutuamente con conocimiento de causa y de buena fe.